La paraguaya Leryn Franco, imagen publicitaria de numerosos productos por su belleza, no pudo reprimir las lágrimas tras quedar eliminada con una discretísima marca en la clasificación de jabalina de los Juegos Olímpicos de Pekín. "Perdón", pidió la paraguaya a sus compatriotas tras la competición, en la que terminó cuarta de atrás hacia adelante, con una marca de 45,34 metros. "Fue un mal día", dijo la atleta y modelo entre sollozos, con los ojos escondidos tras unas grandes gafas de sol. "No sé lo que pudo pasar. Hice un calentamiento buenísimo. Estaba lanzando sobre 50 metros. Me sentía bien, rápida". "Estaba tranquila. Confiada en mi carrera. Había tomado unos antiinflamatorios para un problema que tengo en la espalda. Todo iba bien, pero no salieron las cosas", lamentó. Franco, de 26 años, hizo su mejor lanzamiento en el primer intento. Luego realizó un nulo. Y terminó su actuación con una discreto 43,77, muy lejos de su mejor marca personal, de 55,38. Perseguida por las cámaras y los micrófonos, la paraguaya intentó aislarse todo lo posible durante su estancia en la villa. "Estuve desconectada, sin teléfono, sin Internet", aseguró. "No sé por qué sucedió esto". "Quería hacer aquí una buena marca. Y creo que era accesible", dijo antes de desaparecer desconsolada en la zona de atletas del "Nido de pájaro".
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