miércoles, 27 de agosto de 2008

"Joven universitaria"...

"Caliente y dispuesta a todo. No me corto, me ofrezco por la cam del messenger o te espero desnuda en mi casa.. "
Todas las mañanas, la sección de contactos se llena con decenas de anuncios de chicas que están dispuestas a vender su cuerpo a cambio de adquirir una sustanciosa cantidad de dinero.
Son chicas tan normales, que cualquiera que las viera en el campus con sus vaqueros y su bolso dejando al descubierto una carpeta con apuntes diría que es la típica universitaria formal que estudia para llegar a ser una profesional con talento el día de mañana. Son chicas con sus sueños, sus amores y amistades. Van a clase por la mañana, acuden a las fiestas universitarias a las que las invitan y sin embargo cuando nadie las observa.
No es tan difícil perder los escrúpulos cuando te ponen dinero fácil en bandeja por disfrutar de un rato de sexo.
Parece una locura tener que recurrir a la prostitución para costearse los gastos, pero no es tan descabellado caer en la tentación, teniendo en cuenta que muchas de ellas se ven obligadas a tener un trabajo basura a tiempo parcial para pagar la matrícula de la universidad y los libros; y haciendo este tipo de favores obtienen en una hora, lo que les cuesta ganar en un mes en el otro.
El caso más cercano que conozco es de una amiga, que para ganar un dinero extra acudió a una entrevista de empleo como teleoperadora que parecía estar bien pagado. Su sorpresa fue mayuscula cuando alli la comentaron que su trabajo consistía en ser una voz sensual que provocara y excitara a los que llamaran solicitando sexo telefónico.
Ella nunca se había planteado hacer algo asi, pero considerando la cantidad de dinero que la ofrecian aceptó y estuvo trabajando allí un tiempo hasta que comenzó a sentirse humillada y a imaginar que ocurriría si alguna vez llamaba alguien que reconociera su voz.
Muchas chicas tienen su propia página web donde ofrecen sus servicios como chica de compañía para hombres con cierto nivel económico para acompañarles a reuniones de trabajo, fiestas. Y si surgiera una sesión de buen sexo. En cuatro horas ganan unos 1000 Euros y las llevan a sitios de lujo montadas en un porche.

En fin, no creo que el fin justifique los medios en este caso ni mucho menos. ¿Ustedes que piensan?

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